El material es un tipo de cuero pero se podría decir que es la marca blanca de los cueros, es barato en comparación con sus hermanos caros, resultón y fácil de conseguir.
1. Nos envolvemos la pierna con film transparente, cuidando de no apretar demasiado.
2. Cubrimos la zona con cinta americana de la barata.
3. Dibujamos las lineas de corte en la cinta teniendo en cuenta los relieves, y marcamos estas con líneas transversales, de manera que cuando las cortemos tengamos la referencia para encajarlas perfectamente. En el caso de las polainas las dividiría en 4 trozos, siendo el primer corte la linea de la "espinilla".
4. Cortamos y alisamos.
5, Pasamos el patrón resultante al cuero. Yo lo pasé antes a papel para poder almacenar los patrones con facilidad de cara al futuro. Recordad añadir medio centímetro para el solape.
6. Cortamos el cuero y cosemos las partes dejando la más externa separada. Tened cuidado con la referencia que tomais para empezar la línea de agujeros para que las partes coincidan perfectamente.
7. Taladramos agujeros en ambos lados del corte externo y pasamos cordón (en mi caso tireta de serraje) para ceñir la polaina. Una opción es hacerlo corrido pero yo opté por cordones cortos de 2-3 filas.
El proceso es muy sencillo y los materiales muy baratos y fáciles de conseguir. Lo único rollo del proceso es coser el cuero, que sin máquina es muy tedioso, aunque el cuero cosido está a años luz del remachado en mi opinión.
Después de haberlas usado en numerosas ocasiones la conclusión es que son maravillosas, no se mueven, no molestan, me encantan visualmente... Un pero les encuentro y es que al haberlas patronado sobre la pierna y pie desnudos, no las podré llevar con calzado que abulte mucho en la zona del tobillo. Estos zapatos de la foto por ejemplo van geniales, pero ya solamente el nudo doble del cordón saca la polaina de su línea.
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