miércoles, 25 de septiembre de 2019

"Gallia est pacata".



Con esta frase Julio Cesar le comunicaba al senado que sus asuntos en la Galia habian resultado en la victoria de Roma.



Aunque había terminado venciendo, los habitantes de esa zona no le habían dado poca guerra, ni habían terminado de dársela, y es que los guerreros galos, y los celtas por extensión , se nombraban entre los más temibles de la época.







Este verano participé en un evento en el que preparé un personaje celta. Desgraciadamente no tuve a tiempo el escudo, que ya os enseñaré, ni llevaba casco, pero espada... espada llevé una que estaba genial, y es la que hoy vamos a ver.


















 La espada típica celta era la de antenas, una espada con unas protuberancias muy características en su pomo y, frecuentemente, con hoja de tipo hoja, un poco más ancha en el tercio medio y débil. En la zona de la galia, o quizá sería mas preciso acotarlo por época más tardía, eran frecuentes espadas más largas y de hoja recta.

Al ser muy parecidas a las espadas vikingas, me decidí a hacer este tipo de espada para tener un poco más de versatilidad a la hora de usarla con unos personajes u otros.

Teniendo ya una espada de 105 cm, otra de 86 y otras dos de 70, escogí el rango que me faltaba, 95cm, y tenía claro que iba a tener el mejor contrapeso de todas las que había hecho hasta la fecha. Quería que el equilibrio se notase con total claridad.

Para ello cogí todo el espacio disponible en el mango y todo el pomo para añadir peso. 


Pero empecemos por el principio.


 Clásico sandwich de espuma, en este caso la plancha central de 6mm y las externas de 10. Quería darle forma a la espina de la hoja y no quería problemas con las varilla.



Cabe mencionar que he vuelto a los orígenes protegiendo la punta con una "H" de cordura. Después de hacer no pocar pruebas con el plástico, he llegado a la conclusión de que esta es la mejor solución (me parece incluso mejor que el encapsulado de las espadas de fábrica...).

 
Así quedaría la espada con pomo y guarda. Como se puede ver en la plantilla, la idea inicial era una espada vikinga / normanda, pero como me encontré con este personaje celta poco menos que de improviso, hice un pequeño desvio en el camino a tierras nórdicas.


Ya solo quedaría apañar el contrapeso. Para ello utilizaría una varilla todo lo larga que pude cuadrar, y en su extremo pegué (hubiese estado genial soldarlo, pero eso todavía no esta dentro de mis posibilidades...) trozos de pletina que dí forma redondeada para hacerla más segura.

Os pongo las fotos del contrapeso con los pesos que iba sacando en la báscula.






El pomo iría completamente rodeado por un centímetro de espuma de shore 30, y tras haberla probado puedo decir que es completamente segura.





Por útimo os pongo las dos fotos más importantes en relación a los pesos, espada sin contrapeso y el total. El contrapeso resulta ser más de una tercera parte del peso total.

He decir que se nota, y mucho, en el manejo, pero el centro de gravedad no termina de estar pegado a la guarda que es donde debería, sino que se encuentra en el ultimo tercio. Es un buen resultado, pero hay que mejorarlo.

 






























Después de rematar los acabados con silicona, ya tenemos la espada lista para imprimar, pintar y cubrir.

La imprimación y la pintura es lo de siempre, pero en la cobertura decidí lanzarme a probar el latex. En concreto utilicé latex líquido de prostéticos.








Tras hacer unas pruebas con el producto en bruto y diluido en aguarrás y agua, se puede ver claramente que el aguarrás no es buen amigo del latex, pero si que va increiblemente bien para limpiar el aerógrafo (pistola). Importante, si vais a dar latex con pistola tened muy en cuenta que toooda la zona se va a quedar con una pelicula gomosa que es un coñazo, así que aislad la zona lo mejor posible o hacedlo en exteriores si podeis.

Mi método de aplicación fue copiado de un blog que encontré por internet, que me pareció muy acertado, pero que como veremos a mi no me fue bien. 

La mecánica fue la siguiente: imprimación > dos capas de latex > pintura > tres capas de latex

El resultado, visualmente, es una pasada, y lo recomiendo de calle para props que no se van a usar para darse de palos. En mi caso, tras el primer minutos de palos estaba reventado el latex, y a mitad de mañana era una pena verme pegarme con una espada leprosa... en fin... mi primer contacto con el latex parece que va a ser el último, por lo menos hasta que alguien me demuestre o descubra un latex con una forma de aplicacion que aguante, mientras tanto, clearflex ftw!





Una pena...

Lo bueno es que se retira sumamente bien. Una cosa muy a reseñar es que cuando lo retiré, me fue muy facil quitar la capa externa, mientras que la capa que había entre la imprimación y la pintura fue mucho más dificil de retirar, lo cual me hace pensar que la forma de aplicarlo no había sido la correcta, y que en un futuro, podría probar imprimación > pintura > 4/5 capas de latex, o mejor aún imprimación > 4 capas de latex > 1 capa de pintura al latex

Pero eso no va a ser pronto. Fue tal el fiasco, que se me han quitado las ganas. Retiré el latex, lijé y la rehice con el método probado de clearflex en la hoja y urecoat en el pomo y guarda.

Un punto que podría haber mejorado es el mango. Lo hice tan justo a la mano siendo fiel al histórico, que al menear la espada la mano roza contra la guarda y el pomo, y la cobertura sufre mucho. Le he tenido que poner una segunda capa en la zona de roce, y no descarto poner unos trocitos de cuero en un futuro si no es suficiente.

El caso es que, salvados algunos escollos, y hechos algunos experimentos, la espada esta terminada y funcional.

 


(El escudo y las pantuflas tácticas son solamente atrezzo :)) )