Continuamos en nuestro viaje por las tierras esteparias de Europa oriental en esta reconstrucción (en la medida de las posibilidades, claro) de un casco Ávaro. En la entrada anterior montamos la base usando láminas de acero alargadas superpuestas unidas entre sipor un cordel.
En esta nueva entrada remataremos los detalles de la base, añadiremos la placa frontal, la tapa superior, el enganche del copete, las carrilleras y haremos todo el trabajo de cuero, el suspensor, el barboquejo y el forro de las carrilleras, la tireta definitiva de la base.
Teniendo nuestra forma
básica ya finalizada, continuamos con la placa frontal que se
compone de dos piezas: una plancha curvada que protege la frente y un
protector nasal que en su parte superior tiene la forma de las cejas,
ambas unidas por remaches de acero entre si y al caso propiamente dicho.
Esta pieza no tenía más
dificultad que cortar y lijar las formas de la cejas, pero salvado
este escollo, lo demás fue fácil. Para ayudar a la integridad del
nasal le daría una ligera forma convexa, que más o menos seguiría
la silueta del casco en ese punto.
Con la placa frontal
terminada, marqué su forma y corté los rebajes en el propio casco
de manera que no estorbase a la visión, ya que la idea era que la
línea inferior del casco llegase a la altura de los ojos, lo que
creaba la necesidad de dicho rebaje para no impedir la visión. Con
esto ya podíamos montar el casco con la placa frontal y empezar con
la tapa superior y el anclaje del copete.
En investigaciones y conversaciones posteriores me enteré que la reconstrucción en la que me estaba basando era incorrecta en el tema del ahuecado de los ojos, ya que en la realidad el hueco era más pequeño y estaba más junto, un poco al estilo de otros que he visto en los Otomanos-Turcos.
En la parte superior, se había quedado una forma rara que corté en línea con la base, y cuando ya estaba todo bonito me puse con tapa de esta parte superior del casco. Dado que no dispongo de herramientas ni lugar para
calentar el metal, decidí que la mejor manera de hacer media esfera
era haciendo dos cuartos de esfera y uniéndolos.
Con persuasión
martilleante logré hacer mis dos cuartos de esfera y los uní con
una tira de cuero pegada y todo cosido con hilo grueso. Hice los
miles de agujeros en las laminas superiores y en la tapa para poder coserlo al casco y lo presenté.


La pieza que terminaría
de darle cohesión al conjunto y me permitiría plantarme el casco el
la cabeza con un mínimo de comodidad sería el suspensor. Unas tiras
de cuero atadas con un cordel que podría regularse en altura en
función de la cofia que llevase o en caso de que lo usase alguien
con distinta media de melón.
Lo saqué de una pieza de
cuero de cabra y me daría un buen dolor de cabeza ya que la medida
la tomé con el encordado en paracord, que tiene cierta elasticidad, pero al poner el definitivo
que era tireta mucho más fina e inelastiva, las medidas cambiaron y hubo que
hacer bastantes ajustes en el suspensor. Al final se pudo apañar y
no se nota en el resultado.

Como ya he dicho, el
encordado se haría usando tireta sintética reforzada, marrón para
el casco y negra para el borde inferior, mientras que la unión de la
placa frontal y de la tapa superior los haría con hilo grueso
encerado (una risa meter la aguja entre tanto agujero metálico y no siempre coincidentes).
Las carrilleras tendrían
una ligera forma convexa para adaptarse al óvalo de la cara, y
estaría forradas en cuero por la parte interior. Tendrían unos
agujeros tanto en su perímetro con en la zona central, y los uniría
al casco usando tireta de manera que quedase ceñido contra el borde
inferior pero con cierto rango de movimiento. Tras las carrilleras
colocaría las correas del barboquejo.

Estaba todo muy bien
salvo esa costura central de la tapa superior. Cuanto más la miraba menos
bonita me parecía, de modo que finalmente me lancé a hacer una
semiesfera de una sola plancha. El primer intentó no fue bien, ya
que de tanto forzar terminé sacando una raja en la pieza, pero de
los errores se aprende y a la segunda saqué una forma bastante
limpia y redondeada.
Para el anclaje del
copete usaría un tornillo y dos tuercas, lijando las partes vistas
hasta dejarlas redondeadas.
El casco ya estaba listo
a falta de dos pequeños detalles, la cola y el protector de nuca,
pero esto lo dejamos para la última entrega.