martes, 19 de marzo de 2019

"Herrero que trabaja en hierro frió, tiempo perdido".




La forja ha estado ocupada dando nuevas formas a siluetas ya conocidas.

El montante y el escudo han sufrido un rework, el uno por no tener lo que había que tener y el otro por adopción en seno de familia nórdica

Por otra parte, la falcata ha sufrido...

... mucho.













 El montante, que tenía un acabado en plastidip, no pasó mi criterio de calidad, ya que sufría mucho desgaste en las zurras. Para estar en un expositor, para mostrarlo y portarlo es genial, sin duda el mejor material para ese fin de los que he probado hasta la fecha, pero no aguanta la tralla.

Por esto, y después de catar el clearflex con la falcata, me decidí a retirar el plastidip y darle una nueva vida.

Quitar el plastidip se las trajo, y no fue tan fácil como se ve en los videos que lo quitan de los coches, hubo que utilizar persuasión y lija.

Le cambié un poco la forma a la guarda y a los salientes de la hoja quedando de esta guisa.

 
  
  





Lo siguiente que pasó por chapa y pintura fue el escudo, que fruto del flechazo de un compañero de quedadas, se le hizo un restyling para dejarlo más vikingish y de paso le quitamos la cinta, dejandole un aspecto muuy cool.

Fundamental era ponerle un umbo.





Lo siguiente era preparar los bordes para la cabina de pintura. Esto tuvo bastante guasa, ya que una de las cosas buenas de la cinta es que enmascara desperfectos y acabados irregulares. Con la pintura esto no pasa, de modo que trar retirar la cinta, hubo que rehacer la protección del borde.



Tras muuucha lija (joder, parecía que nunca iba a terminar de dar la vuelta completa), enmascar y a la cabina de pintura.

 








 










Frykt dine fiender av dine våpen og deres koner av din kraftige viking-raseri.






























Lo último, y un tanto coñazo ha sido el asunto falcata.

Fruto de mi bisoñez, al hacer la empuñadura, lo hice a contraveta. Los troncos de los arbolitos tienen una veta que sigue la línea del crecimiento. Cuando se hacen tableros, las vetas siguen una dirección, y hay que tener en cuenta que las tracciones en esa dirección van a ser muy bien soportadas, pero en cambio, las que sean perpendiculares a esa línea, estarán en el camino de partir la madera, y eso fue lo que me pasó.



Como se puede ver, las líneas de la veta no recorren longitudinalmente la empuñadura, sino que lo hacen transversalmente... maaaal....

Así que después de emocionarme con el buen resultado que estaba dando el clearflex, y darle caña a la falcata, me sobrevino el desastre.



Lo arreglé, y de paso aproveché para acolcharlo un poco más en las zonas internas de la empuñadura.



Quedó chulísimo, pero al emocionarme con el buen resultado que estaba dando y emplearme a fondo...



Partió la madera, la espuma esta cortada para poder hacer la reparación en condiciones.

En ambos casos la reparación pasó por atravesar una varilla de roble (dos en el caso de la zona de agarre) como se ve en esta última foto. Por desgracia también hubo que pintar y re-recubrir. La parte buena es que ahora es como si estuviese hecha de andamiun y me va a partir antes el brazo que algo del mango.

Así que ya sabeis amigos, mucho ojo al veteado.

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